Virgo
La Captura de Cerbero
Mercurio en Virgo - (Exaltación)
El último y más arduo trabajo de Heracles fue sacar al perro Cerbero del Tártaro. Para prepararse, Heracles fue a Eleusis, donde solicitó que le permitiesen participar en los Misterios y llevar la corona de mirto. Hoy en día cualquier griego de buena reputación puede ser iniciado en los Misterios de Eleusis, pero en la época de Heracles sólo se admitía a los atenienses, por lo que Teseo sugirió que lo adoptase cierto Pilio. Así se hizo, y cuando Heracles quedó purificado de su matanza de los centauros, porque nadie que tuviera las manos manchadas con sangre podía presenciar los Misterios, fue debidamente iniciado por Museo, el hijo de Orfeo, actuando Teseo como su padrino. Pero Eumolpo, el fundador de los Misterios Mayores, había ordenado que no se admitiese a ningún extranjero, y en consecuencia los eleusinos, reticentes a rechazar la solicitud de Heracles, pero dudando de que su adopción por Pilio lo convirtiera legalmente en un verdadero ateniense, establecieron los Misterios Menores para favorecerle.
Venus en Virgo - (Caída)
Una vez purificado y preparado de este modo, Heracles descendió al Tártaro desde el Ténaro laconio; o, según dicen algunos, desde la península Aquerusia, cerca de Heraclea en el Mar Negro, donde todavía se pueden ver las huellas de su descenso a una gran profundidad. Le guiaron Atenea y Hermes, pues siempre que agotado por sus trabajos llamaba desesperado a Zeus, Atenea se apresuraba a descender para consolarle. Aterrado por el ceño de Heracles, Caronte le cruzó en su barca del río Estigia sin vacilar, y en castigo por esta irregularidad, Hades lo tuvo encadenado durante todo un año.
Marte en Virgo - (Domicilio)
Cuando Heracles bajó de la desvencijada embarcación de Caronte todos los espíritus huyeron, excepto Meleagro y la gorgona Medusa. Al ver a ésta desenvainó la espada, pero Hermes le tranquilizó diciéndole que sólo era un fantasma; y cuando apuntó con una flecha a Meleagro, que llevaba puesta una brillante armadura, Meleagro le dijo sonriendo: «No tienes nada que temer de los muertos», y ambos conversaron amistosamente durante un rato, al final del cual Heracles se ofreció a casarse con la hermana de Meleagro, Deyanira.
Júpiter en Virgo - (Exilio)
Cerca de las puertas del Tártaro Heracles encontró a sus amigos Teseo y Pirítoo atados a sillas de tortura. Liberó a Teseo, pero se vio obligado a dejar allí a Pirítoo. Luego retiró la piedra bajo la cual Deméter había aprisionado a Ascálafo, y después, deseoso de complacer a las ánimas con una ofrenda de sangre caliente, mató una de las reses de Hades. Su pastor, Menetes, o Menecio, hijo de Ceutónimo, le desafió a luchar, pero Heracles lo agarró por la cintura y le rompió las costillas. Al ver eso Perséfone, que había salido de su palacio y venía a saludar a Heracles como un hermano, intervino y le suplicó que perdonara la vida a Menetes.
Saturno en Virgo - (Exilio)
Cuando Heracles pidió que le entregaran a Cerbero, Hades, quien se hallaba junto a su esposa, le contestó torvamente: «Es tuyo, si puedes dominarlo sin emplear la clava ni las flechas». Heracles encontró al perro encadenado a las puertas de Aqueronte y lo asió resueltamente por el cuello, del cual salían tres cabezas, cada una con una cabellera de serpientes. Cerbero levantó el rabo cubierto de púas para golpearle, pero Heracles, protegido por la piel de león, no aflojó su apretón hasta que Cerbero, ahogándose, se rindió.
Sol en Virgo - (Exaltación)
De regreso del Tártaro, Heracles se tejió una guirnalda con ramas del árbol que Hades había plantado en los Campos Elíseos en recuerdo de su amante, la bella ninfa Leuce. Las hojas exteriores de esa corona siguieron siendo negras, porque ése es el color del mundo subterráneo, pero las que rozaban la frente de Heracles se pusieron de un color blanco plateado a causa de su sudor glorioso. De aquí que se le consagrara el álamo blanco, o tiemblo, pues su color significa que Heracles llevó a cabo hazañas en ambos mundos.
Luna en Virgo - (Caída)
Con la ayuda de Atenea, Heracles volvió a cruzar el río Estigia sin peligro, y luego, medio arrastró y medio llevó a cuestas a Cerbero hasta la grieta situada en las cercanías de Trecén, por la cual Dioniso había sacado a su madre Sémele. En el templo de Artemisa Salvadora, construido por Teseo en la boca de la sima, hay ahora altares dedicados a las deidades infernales. En Trecén se muestra también una fuente descubierta por Heracles, y que lleva su nombre, enfrente del antiguo palacio de Hipólito.
[Robert Graves. Los mitos griegos. Tomo 2 - Mito 134]